12 de noviembre de 2010

Yotsuya Kaidan (Historia del Fantasma de Yotsuya)


Una de las historias de fantasmas (Kaidan) más famosas de Japón es  Yotsuya Kaidan (formalmente conocida como Tohkaidoh Yotsuya Kaidan), obra Kabuki escrita en el período de Edo (1603-1867).  Cada año se realizan distintas representaciones de la misma, ya sea en los teatros Kabuki o en películas, siendo una obligación que todo el reparto visite la tumba de Oiwa en el Templo de Myogyoji en Yotsuya, Tokio, para evitar la maldición que la acompaña. Esto  según varios incidentes del pasado en donde han habido heridos, accidentes e inclusive muertes debido a que no solicitaron su bendición. Según reportes, Oiwa murió el 22 de febrero de 1636.


Tumba de Oiwa. Templo de Myogyoji, Yotsuya.
La historia se situa en Yotsuya, donde el ronin (samurai sin maestro) Tamiya Iemon, convive con su esposa Oiwa. Iemon tenía un oscuro pasado ya que había asesinado al padre de Oiwa por un desacuerdo en su relación. Su sirviente Naosuke actuó de igual modo al asesinar a Yomoshichi quien era el esposo de la hermana de Oiwa, Osode. Ambos engañaron a las mujeres  al decirles que fue un ladrón y que jurarian vengar sus muertes. Una vez casados, Iemon se encontraba muy defraudado porque no encontraba trabajo como samurai y Oiwa había caido muy enferma  luego del parto de su primer hijo. A pesar de todo ello, Oiwa era feliz con su familia.
  
La joven Oume, nieta del acaudalado doctor Ito Kihei, se enamora del atractivo Iemon por lo que su abuelo le propone a Iemon que le dará trabajo como samurai bajo la condición que la despose. Ito le entrega un veneno a Iemon  como supuesta medicina para Oiwa, quien confiada la toma a diario, sin saber que la misma progresivamente le va desfigurando el rostro. La estrategia funciona, e Iemon se distancia de Oiwa, la maltrata y la insulta debido a su condición, al igual que a su hijo. La desfiguración de Oiwa empeora cada día ya que uno de sus ojos ha prolapsado y la piel le cuelga totalmente deformada. El horror se desata mientras ella peina su cabello y  gran cantidad del mismo se desprende a pedazos al tiempo que le chorrea sangre por el rostro.   

Oiwa y su bebé. Por Tsukioka Yoshitoshi.


Kohei, un anciano sirviente de Iemon, viendo el trato de Iemon para Oiwa le suplica entrar en razón pero termina con los dedos rotos, sin cabello, atado y encerrado en un armario. Iemon se retira de la casa y le pide a un hombre de la localidad, Takuetsu, que viole a Oiwa para utilizar el adulterio como motivo de divorcio. Pero Takuetsu no puede debido a los forcejeos de Oiwa y su desfigurada apariencia. Así que la toma y la fuerza a mirarse a un espejo, provocando que ella estalle en ira y desesperación, por lo que intenta atacar a Takuetsu con la katana pero accidentalmente se degolla con la misma al tropezar. Con sus últimas fuerzas Oiwa mata a su bebé para evitar que sea criado por los Ito y muere desangrada al tiempo que maldice a Iemon y jura su venganza. Cuando Iemon regresa, descubre el cuerpo de Oiwa y que Takuetsu ha huido. Siendo Kohei el único testigo, lo saca del armario y lo asesina. A continuación manda a colocar los cuerpos de Kohei y de Oiwa juntos, clavados a cada lado de una puerta que lanzan a un río, como trama de que eran amantes.


En cuanto a Osode y Naosuke, su matrimonio no ha sido consumado aún ya que Osode tiene un mal presentimiento. Este se confirma al regresar Yomoshichi quien por equivocación no había sido asesinado y este acusó a Osode de adúltera. Avergonzada se entregó a la muerte y le dejó una carta a Naosuke revelándole que ella era su hermana menor, por lo que él también se suicidó. Luego de su encuentro con la pareja, Yomoshichi averiguó la verdad sobre Iemon.

Al consumar los crímenes de Oiwa y Kohei, ya se hacen los preparativos de la boda en la casa de los Ito. La joven ataviada en su kimono nupcial se acerca a Iemon con su rostro cubierto con un velo, y al retirarlo éste se lleva la horrible impresión de que su rostro es el de Oiwa por lo que la asesina de inmediato decapitándola con su katana. No es hasta entonces que descubre que asesinó a Oume. En pánico se voltea y mira el fantasma de Kohei, a quien ataca con su katana descubriendo que también ha asesinado a su suegro. De igual forma termina acabando con la vida de su suegra y sus sirvientes al lanzarlos al canal.

Oiwa apareciéndosele a Iemon en una lámpara de papel. Por Utagawa Kuniyoshi


Iemon huye totalmente transtornado y  se refugia en un sitio en las montañas. Al ir de pesca al río se le reaparece la puerta con los putrefactos cuerpos de Oiwa y Kohei los cuales toman vida y le recriminan con agonizantes gemidos. Así sucede donde mire, como por ejemplo la lámpara de papel que refleja el rostro de Oiwa, las lianas que se tornan serpientes y el humo que se mira como cabello. Al borde de la locura, Iemon no lo soporta más y corre despavorido sin saber que va al encuentro de Yomoshichi, quien lo asesina.

Lámpara de Papel con la forma del rostro de Oiwa. Por Katsushika Hokusai

El fantasma de Oiwa con su hijo emergiendo de una lámpara. Por Utagawa Kuniyoshi


Hay una excelente película basada en esta historia, dirigida por Hideo Nakata, el mismo director de Ringu. Se llama Kaidan, y es del 2007. 



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